jueves, 13 de febrero de 2014


Siguiendo con el reto Yo Escribo! Pues pensándolo bien, creo que hay bastante poco elementos recurrentes, a excepción de personajes. No es que tenga personajes recurrentes que aparecen una y otra vez en mis escritos, pero si que hay tipos de personajes, o de personalidades, que me gusta meter.

Para empezar, siempre tengo una relación amorosa, sea o no el epicentro de la trama, siempre ha de haber un par de enamorados y un gran beso. ¿Qué por qué? Supongo que es porque es lo que a mi me gusta leer, y eso se refleja en lo que escribo. Y de la mano de eso: siempre ha de haber un personaje masculino que enamore. Como ha de haber un Kirtash (o un Jack, dependiendo de los gustos) en Memorias de Idhún, un Jace en Cazadores de Sombras, o un Sirius en Harry Potter, en mis escritos siempre ha de haber un chico que enamore y haga soñar despierta a las lectoras (y a mi misma, por supuesto). Y, para seguir, siempre ha de haber una protagonista o secundaria femenina llena de defectos. Nunca me han gustado las chicas simplonas, tontitas o  demasiado perfectas. Siempre ha de haber en mis textos una chica con mal genio, arisca, egoísta y testaruda, una chica fuerte pero demasiado arrogante, sincera pero bocazas, graciosa a la par que insoportable.

miércoles, 29 de enero de 2014

Divergente, Veronica Roth

Título: Divergente.
Autor: Veronica Roth.
Editorial: Molino.
Páginas: 464.
ISBM: 9788427201187.

"En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella. Durante el competitivo proceso de iniciación posterior, Beatrice decide pasar a llamarse Tris e intenta averiguar quiénes son sus verdaderos amigos, y dónde encaja en su vida enamorarse de un chico que unas veces resulta fascinante y otras veces la exaspera. Sin embargo, Tris también tiene un secreto, un secreto que no ha contado a nadie para no poner su vida en peligro. Cuando descubre un conflicto que amenaza con desbaratar la, en apariencia, perfecta sociedad en la que vive, también averigua que su secreto podría ser la clave para salvar a los que ama o... para acabar muerta."

Bueno, comienzo con la primera reseña del blog, sobre el último libro que he leído. En realidad, el último que  he leído ha sido Insurgente, la segunda parte de la trilogía, pero eso ya traería demasiados spoilers.

Para empezar, cabe decir que Divergente es una novela adolescente, y ya sabemos lo que eso implica. Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, puso de moda el género distópico y nuestras librerías se han ido llenando poco a poco de literatura juvenil con una historia que por muy potente que pudiera ser, casi siempre termina eclipsada por una trama amorosa poco consistente. ¿Pasa eso en Divergente? Bueno, podía ser peor.

Uno de los puntos fuertes de la novela es la novedad en cuanto al sistema de gobierno por facciones. Acostumbrada al "gobierno absolutista y opresor que disimula su dictadura haciendo creer  los ciudadanos que todo es perfecto o, directamente, no lo disimula pero misteriosamente nadie se rebela hasta que el héroe adolescente de turno hace su aparición", no deja de ser algo novedoso que la autora nos permita empaparnos de ese mundo futurista, antes de destruirlo.

Además de eso, nadie podrá decir que es un libro aburrido. Posee una buena narración, sin cometer abusos que te hagan saltar párrafos, y está repleto de acción. Peca de no saber mantener la tensión (al menos a mi parecer), y los momentos verdaderamente emocionantes transcurren demasiado rápido, sin dejarte apenas ponerte nervioso. 

El nudo es demasiado largo, en mi opinión. Le da mucha importancia al proceso de iniciación de la facción, para justo después colarte el desenlace deprisa y corriendo, sin que apenas te des cuenta de lo que pasa. Y el final es tan brusco que te quedas con cara de tonto, como ¿qué? ¿Ya está? Que una cosa es dejar al lector con la intriga, y otra muy diferente quitarle el libro de las manos mientras lee y decirle "chst, no, hasta aquí". 

En cuanto a los personajes, la protagonista resulta ser una chica con bastante genio, aunque muchas veces es algo contradictoria. Al principio parece una mosquita muerta, pero luego resulta que es una guerrera despiadada, y no sé si es por que apenas da tiempo a conocerla antes de que empiece la acción, o realmente da un cambio tan brusco. Pero bueno, a mi no me calló mal del todo. Hay algunos momentos en los que le darías un par de collejas, pero no es demasiado tonta, al menos. ¿Y la trama amorosa? Bueno, resulta bastante predecible, que le vamos a hacer. Prácticamente desde la entrada del personaje en escena sabemos que va a ser él el enamorado. En su defensa cabe decir que no es uno de los típicos enamoramientos por generación espontánea, tan típicos de la literatura adolescente, si no que su relación es algo sólida. Además de que no abusa del tópico de "nuestro amor es eterno, estábamos destinados, blah, blah, blah", pues se pueden percibir los típicos altibajos de una relación adolescente.

Sin duda, el aspecto que más me ha gustado del libro es algo que aprendimos de un escritor de los más simpático, George R. R. Martin, que es que los personajes se pueden morir. Si bien Verónica Roth no es tan malvada extrema como el mencionado anteriormente, sí que sacrifica a algunos de los personajes importantes de la saga, aquellos con los que los lectores ya se habían encariñado. Para mi, resulta todo un acierto saber cuando matar a un personaje. La cuestión no es ponerse a hacer una criba indiscriminada, pero siempre ayuda a mantener la tensión y dar más realismo a las situaciones de guerra o enfrentamientos, ya que no resulta muy creíble cuando el grupo de protagonistas superan todas y cada una de las contiendas sin sufrir ningún rasguño.


¿Conclusión? A mi me gustó bastante. De hecho, leí Divergente en una tarde y en los dos días siguientes la continuación, a la espera de que salga el tercero. No es la clase de novela que te cambiará la vida para siempre, pero es una lectura bastante entretenida si te gusta la novela adolescente. 

¿Y tú qué? ¿La has leído? ¿Planeas hacerlo? ¿Te irías de fiesta a Osadía?





martes, 28 de enero de 2014

Michael Ende, La Historia Interminable

"Mira, somos viejas, pequeño, demasiado viejas y hemos vivido bastante. Hemos vivido demasiado. Para quién sabe tanto como nosotras nada es importante ya. Todo se repite ya: el día y la noche, el verano y el invierno... el mundo está vacío y no tiene sentido. Todo se mueve en círculos. Lo que aparece debe desaparecer, y lo que nace debe morir. Todo pasa: el bien y el mal, la estupidez y la sabiduría, la belleza y la fealdad. Todo está vacío. Nada es verdad. Nada es importante."

4.- Reto: ¡yo escribo!

Por esta pregunta me decidí a abrir el blog, y voy a disfrutar mucho respondiendo, así que avisados estáis de que esta entrada puede ser muy larga. Me encantan mis personajes, sobre todo cuando ya están un poco creciditos y desarrollados, cuando ya casi son personas de verdad. Estoy tan orgullosa de mis niños :D

Se llama Winter, aunque bueno, eso puede cambiar. Muchas cosas de ella pueden cambiar aun, tanto su nombre, como su edad o su nacionalidad, todo eso es adaptable a la historia que vaya a protagonizar. Porque sí, yo creo personajes y luego creo un mundo para ellos. Esto deriva del hecho de que muchas veces creo personajes para foros de rol, y luego me enamoro tanto de ellos que necesito darles algo más.

Para describirla de la forma más completa posible me voy a servir de la ficha que Eleazar facilita en su blog, que es la mar de útil, y podéis descargarla desde aquí si aun no la tenéis. Cien por cien recomendable. Como veréis más adelante, hay algunas cuestiones que están tachadas. Esas son cosas que aun no están definidas del personaje, y seguramente, más adelante las complete. Bueno, empezamos:

Parte 1: Lo Básico 

1. ¿Cuál es su nombre completo? Winter Clarissa Hiddenstone.

2. ¿Dónde y cuándo nació? Brooklyn, Nueva York, el 14 de Diciembre de 1996.

3. ¿Quiénes son o eran sus padres? Su madre se llama Astrid. Es profesora de ballet en una academia. En su juventud fue una bailarina muy prometedora, pero una lesión truncó su carrera Se quedó embarazada siendo bastante joven, con veinticinco años. Al poco de nacer Winter, su novio la abandonó a ella y a la recién nacida, y desde entonces la ha criado sola. La mayor parte del tiempo, Winter y Astrid tienen una relación admirable. Tienen mucha confianza y suelen contarse casi todas las cosas. Winter suele confiar en ella cuando no sabe como enfrentarse a una situación, y es muy cariñosa con ella. Por otra parte, como toda adolescente, hay cosas que no le gusta o le da vergüenza contarle, pero aun así no le gusta mentirle. A pesar de todo, Winter ha heredado el genio de su madre, y eso las hace chocar más de una vez. Además, Astrid es muy protectora en ocasiones, lo que agobia a Winter y la hace ser más rebelde.
De su padre biológico no sabe ni el nombre, y no le preocupa demasiado. Él las abandonó cuando nació ella, y nunca se ha molestado en intentar conocer a su hija, por lo que ella se muestra completamente indiferente. Sí que siente curiosidad, y quizá algún día le pregunte a su madre por él, pero de momento no se siente ni preparada, ni motivada, para tener esa conversación.

4. ¿Tiene hermanos? ¿Cómo son? No, no tiene, es hija única.

5. ¿Dónde vive ahora y con quién? Vive en un modesto apartamento de Brooklyn, con su madre. Es un edificio de dos pisos, viviendo ellas en el segundo y su vecina en el primer piso. Una de las típicas casas del barrio de Bedford-Stuyvesant, de fachada estrecha y escalinatas con balaustrada desde el portal hasta la calle. Winter dejar la bicicleta al pie de la escalera de dentro del portal, sin candar, pues su vecina viuda de sesenta y cinco años no va a robársela. 
Para lo modesta que es su vida, su apartamento está bastante chulo. Decorado prácticamente de Ikea, es muy luminoso pues está todo dispuesto a modo de loft, a excepción de los dormitorios y el baño. Tiene una cocina americana con muebles naranjas que comunica con el salón. Winter y Astrid tan solo coinciden en casa durante la cena, por lo que suelen cenar sentadas en el sofá, con bandejas, y el resto de las comidas las hacen en la barra de la cocina, en taburetes. La casa tiene dos habitaciones no muy grandes, y un solo baño. El baño es pequeño, pero funcional: una bañera con mampara de cristal, un inodoro, un lavabo y un pequeño armario. El dormitorio de Winter es el que queda junto al baño, y cuya ventana queda justo encima del portal. No es una habitación muy grande, pero está bien distribuida. Tiene la cama contra la pared, bajo la ventana, de tal forma que Winter puede abrirla por la mañana sin necesidad de levantarse de la cama. En frente de la cama tiene el armario, una estantería donde iría la mesilla de noche y  el escritorio.

6. ¿A qué se dedica? Estudia. Está en último curso en el instituto.

7. Escribe una descripción completa sobre ella. Winter es una chica de complexión atlética, aunque no demasiado alta. Ronda el metro sesenta y poco, pero a pesar de ello posee unas piernas largas y fuertes. Ha practicado atletismo desde muy pequeña, por lo que su cuerpo se ha desarrollado en base a ese deporte. Para la estatura que tiene, calza una talla bastante grande de zapato, un 7 americano (equivalente al 39 europeo). Tiene las piernas fibrosas y una cadera marcada, aunque no demasiado ancha. No se le marca demasiado la cintura, aunque si se nota que tiene espalda de deportista, teniendo bastante desarrollada la musculatura en los hombros y los brazos. No es una chica que llame la atención por su pecho, desde luego, no está completamente plana, pero tiene los pechos bastante separados, por lo que no consigue tener canalillo por mucho que lo intente. 

Winter tiene cara de niña. Tiene la cara ovalada, conservando la redondez infantil. Tiene oyuelos en las mejillas, nariz pequeña y respingona y pecas. Sí, pecas por todas partes. Tiene la piel clara, del color de la leche, toda salpicada de pecas. Y no se te ocurra ponerla al sol, porque al cuarto de hora está como un cangrejo. Sus labios son carnosos, de color claro, y los dientes pequeños, aunque con las paletas algo separadas. Posiblemente, lo que más llame la atención de ella es que tiene los ojos grandes, aunque no saltones. Como quién dice, tiene ojos de gato, grandes, almendrados y de color miel. El único rasgo del que se siente verdaderamente orgullosa es de sus pestañas, largas y espesas pestañas.´Y bueno, mantiene una relación de amor odio con su pelo. Pelirrojo natural (aunque se lo tiñe para que sea algo más rojizo, en vez de color zanahoria), largo hasta la mitad de la espalda y alborotado como la melena de un león. Precioso si acaba de salir de la ducha y se lo seca con cuidado, un desastre si acaba de levantarse e intenta peinarlo.

Físicamente, no es de las chicas que llaman la atención. Para nada. Quizá un fin de semana le de por arreglarse algo, ¡igual hasta se maquilla un poco! Pero, ¿entre semana? Eso se lo deja a las animadoras. Bastante que se digna a no ir en chandal a clase. Winter siempre opta por lo práctico: vaqueros, deportivas y sudadera. Es una gran fan de las camisetas básicas de tirantes o manga corta, sudaderas deportivas o jerseys de lana que le quedan grandes, Converse y deportivas de montaña. En invierno va como una cebolleta, envuelta en capas y capas de ropa, y en verano bastante que se pone pantalones cortos. ¿Vestidos? Uh, quita, quita. Si es para una boda o algo especial, hará el esfuerzo, pero nunca se vestiría "elegante" por decisión propia. ¿Para qué ir incómoda? Ella no se ve guapa así, y no cree que nadie vaya a verla más atractiva si llevando tacones es incapaz de das cuatro pasos seguidos sin tropezarse.

8. ¿A qué clase social pertenece? Media. Tienen dinero suficiente como para vivir sin ahogarse por las facturas, pero no les sobra como para irse de vacaciones demasiado lejos.

9. ¿Tiene alergias, enfermedades u otras debilidades físicas? Tuvo una lesión de rodilla por la que tuvo que dejar el atletismo. Fue una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla, y tuvo que someterse a una operación, por la que estuvo cerca de un mes con muletas. Lleva casi cuatro meses de rehabilitación y va bastante bien, pero todavía no esta preparada para volver a correr. Además de eso, sufre alergias estacionales, aunque no son demasiado fuertes.

10. ¿Es diestro o zurdo? Diestra.

11. ¿Cómo suena su voz? ¿Normal? No tiene una voz que sea memorable, la verdad.No es demasiado aguda, ni grave, ni sexy... Ni nada que puedan ser las voces. Una voz corriente, aunque algo seca, por el tono que suele utilizar. 

12. ¿Qué frases o palabras usa con frecuencia? Palabrotas. Muchas palabrotas. Sobre todo cosas como "mierda puta", "gilipollas" o "joder". También es muy aficionada al sarcasmo, por lo que muchas de sus frases van con ironía o doble sentido.

13. ¿Qué lleva en sus bolsillos? Realmente nada, porque siempre lleva bolso, o mochila. De vez en cuando se encuentra céntimos que le han sobrado de alguna compra y le daba pereza guardar en la cartera, billetes de autobús viejos o pañuelos fosilizados tras un paseo por la lavadora.

14. ¿Tiene tics, manías, hábitos extraños u otras características que le definan? Se muerde las uñas continuamente. Tiene por costumbre pintarse las uñas para intentar evitarlo pero, además de no conseguir avances, acaba con los dientes de colores. 



Parte 2: Crecimiento

15. ¿Cómo describirías su infancia en general? Normal y corriente. Se llevaba bien con sus compañeros de clase, tenía buenos amigos y era una chiquilla feliz. Es de las que se contentan con poco.

16. ¿Cuál es su recuerdo más temprano? 


17. ¿Qué estudios tiene?
Le queda un curso para terminar la secundaria.
18. ¿Lo pasaba bien en la escuela? Sí, demasiado, incluso. Sus profesores se quejaban a su madre de que no había manera de tenerla quieta en su pupitre.

19. ¿Donde aprendió sus habilidades? La mayoría por su cuenta.

20. ¿Tuvo modelos a los que seguir en su infancia o adolescencia? 

21. Al crecer... ¿Qué tipo de relación mantuvo con los miembros de su familia?
22. ¿Qué quería ser cuando fuera mayor, de pequeño? Bombero, así de femenina era ella.
23. ¿Cuáles eran sus actividades favoritas de pequeño? Ir al parque y una vez allí subirse a los árboles, saltar de los columpios, correr porqué sí, jugar a pillar, jugar a futbol...

24. ¿Qué rasgos de personalidad tenía cuando era niño? Risueña, hiper activa, inquieta, habladora, cotilla como ella sola... La clase de niño que no deja de decir ¿por qué?

25. ¿Fue popular de niño? ¿Quiénes eran sus amigos y cómo eran? Ni popular ni impopular. Se llevaba bien con sus compañeros de clase, pero era bastante independiente.

26. ¿Cuándo y cómo fue su primer beso? Tenía quince años, y fue con un chico al que conocía de hacía unas cuantas semanas. Tenían algunos amigos en común y quedaban todos juntos de vez en cuando. No fue algo muy improvisado, la verdad. Sus amigos sabían que se gustaban y prácticamente les juntaron las cabezas. Se enrollaron un par de veces, pero luego él empezó a ponerse muy pesado con ella, acaparándola todo el tiempo, y Winter decidió que no quería tener nada con él. En esa época era mucho más decidida que ahora.

27. ¿Es virgen? Si no lo es, ¿cuándo y con quién perdió la virginidad? No, no lo es. La perdió a principios de verano, con su primer “novio”. Solo llevaban tres meses saliendo y solo lo hicieron una vez, por que cortaron poco después.

28. Si eres un ser sobrenatural (por ej. mago, hombre lobo, vampiro), cuenta la historia de cómo te has convertido o has aprendido tus propias habilidades. Si eres un humano normal, describe cualquier influencia que te haya llevado a hacer lo que haces hoy.



Parte 3: influencias pasadas (a partir de aquí habla el personaje)

29. ¿Cuál consideras el evento más importante en tu vida hasta ahora?

30. ¿Quién ha tenido la mayor influencia en ti?

31. ¿Cuál consideras tu más grande logro?

32. ¿Cuál es tu mayor arrepentimiento?

33. ¿Qué es la cosa más mala que hayas hecho?

34. ¿Tienes algún antecedente criminal?
No. No creo que haya hecho nada ilegal en la vida, a parte de cruzar los semáforos en rojo. Bueno, y beber alcohol de vez en cuando, pero eso no cuenta.

35. ¿Cuál fue el momento en que más te has atemorizado?

36. ¿Cuál es la cosa más embarazosa que has hecho?

37. Si pudieras cambiar una cosa de tu pasado, ¿cuál sería, y por qué?

38. ¿Cuál es tu mejor recuerdo?

39. ¿Cuál es tu peor recuerdo?



Parte 4: Creencias y opiniones

40. ¿Eres básicamente optimista o pesimista? Realista. Ni lo uno, ni lo otro.

41. ¿Cuál es tu mayor temor?

42. ¿Cuáles son tus puntos de vista sobre la religión? No creo en la religión. Respeto a la gente que cree en Dios, y tal (aunque muchos sean unos gilipollas), pero me parece una chorrada que la gente ande discutiendo porque creen que su Dios es mejor que el de los demás.

43. ¿Cuáles son tus puntos de vista sobre la política? La verdad, es que no tengo mucha idea. Y tampoco es que me interese demasiado. No me gusta que un gobierno tenga que decidir sobre la vida de los demás, pero no creo que ningún sistema de los existentes sea viable o incorruptible. Aun no puedo votar, así que me da igual.

44. ¿Cuáles son tus puntos de vista sobre el sexo? Bueno, no tengo la mayor experiencia del mundo, pero está bien, ¿no? O sea, la gente que dice que nada de sexo hasta el matrimonio... ¿Que broma es esa? Es como si te dicen “nada de comer pipas hasta el matrimonio”. ¿Qué más dará? Que haga cada uno lo que quiera y sea feliz.

45. ¿Podrías matar? ¿Bajo qué circunstancias encontrarías el matar algo aceptable o inaceptable? Lo he pensado muchas veces. Por una parte, creo que hay mucha gente que merece morir: asesinos en serie, violadores, pederastas, políticos corruptos (bueno, morir igual no, pero a la cárcel de por vida sí), pero por otra parte no me parece ético. Si alguien me atacara y mi vida corriera peligro... Supongo que me defendería, ¿no? Es su vida contra la mía, y él me ha atacado a mi. Pero, en cambio, si me ponen una pistola en la nuca y me dicen que si no disparo yo a otra persona que tengo delante, me matan ellos a mi... Uff. ¿Podía soportar vivir a costa de un inocente? Pero no conozco a esa persona y seguramente él no daría un duro por mi... No lo sé. Tengo un dilema moral con respecto a eso.

46. En tu opinión, ¿qué es la cosa más malvada que un ser humano puede hacer? Oh, Dios. No sabía decir una sola. Hay muchísimas cosas que se hacen a diario y son horribles. 

47. ¿Crees en la existencia de las "almas gemelas" o el amor verdadero? Espero que existan, la verdad. ¿Qué mierda de vida si no, no? Bueno, estadísticamente si hubiera una sola persona perfecta para ti entre los miles de millones de habitantes de la tierra, bastante difícil sería encontrarla, pero supongo que habrá varias con las que puedes toparte. Y de ti depende dejarlas pasar.

48. ¿Qué crees que hace a una vida exitosa? La felicidad. Y por felicidad no digo tener una familia y blah, blah, blah. Moñadas. Para mi la felicidad implica lograr lo que quiero en la vida. Que tenga cincuenta años y diga, ¡joder, estoy exactamente donde quería estar! Eso, para mi, es el éxito.

49. ¿Cuán honesto/a eres sobre tus sentimientos y pensamientos (por ej. ¿Escondes tu verdadera forma de ser de los otros? ¿De qué forma?)? Creo que soy bastante honesta. O sea, son sincera. Le digo a la gente lo que pienso de verdad, y procuro no acercarme a gente que sé que no me va a caer bien, precisamente para ahorrarme el tener que decirles “oye, que me caes mal”.

50. ¿Discriminas o tienes prejuicios? Intento no tenerlos. Al menos no raciales, u homofobos o cosas de esas. Quizá sí que juzgo a la gente un poco rápido, y luego es difícil que cambie de opinión.

51. ¿Hay algo que te rehúses a hacer bajo cualquier circunstancia? ¿Por qué te rehúsas a hacerlo? Eh... No, no creo que no. Al menos no me han propuesto aun nada que haya dicho ¡atrás, maldito!

52. ¿Por qué o quién, si es que hay, morirías (o harías otras cosas extremas)? Por mi madre. Por mi madre lo que sea.



Parte 5: Relaciones con otros

53. En general, ¿cómo tratas a los otros (atentamente, de forma ruda, manteniéndolos a distancia, etc.)? ¿Tu forma de tratarlos cambia según cuán bien los conozcas, y si es así, cómo cambia? De primeras suelo ser simpática, si es que veo que tenemos algo en común, vaya. Con la gente mayor que yo (adultos, profesores, ancianos, etc) intento ser lo más respetuosa posible. Siempre soy bastante burlona, me gusta meterme con la gente (de broma) y soltar comentarios ingeniosos. Cuanta más confianza tenga con una persona, más “mal” la voy a tratar (entendiendo por “mal” más bromas, comentarios afilados de buen rollo...).

54. ¿Quién es la persona más importante en tu vida y por qué? Hasta el momento, mi madre. Es mi madre, ¿qué le voy a hacer? Hay que quererla.

55. ¿A quién respetas más y por qué?
Lo mismo de antes, a mi mamá, que me cuida y me quiere mucho. Porqué lo ha dado todo por mi, se ha dejado la piel para sacarnos adelante y sé que es una mujer muy fuerte.

56. ¿Quiénes son tus amigos/as? ¿Tienes un/a mejor amigo/a? 

57. ¿Tienes un/a cónyuge o persona de afecto? 

58. ¿Te has enamorado alguna vez?
Creo que enamorarme, enamorarme, no.

59. ¿Qué buscas en un/a potencial amante? Sobre todo, que no me aburra con él. O sea, hay un montón de chicos guapísimos por ahí que son incapaces de hablar de nada más allá del deporte, el instituto y lo que han hecho ese día. Busco a alguien con quien puedas estar hablando durante cinco horas sin tener que estar arrastrando de la conversación. Alguien que sienta pasión por algo en la vida, que sepa contagiarlo, que me aporte cosas y se deje aportar.

60. ¿Cuán cerca estás de tu familia? ¿De mi madre? Mucho. A veces discutimos o estamos un poco más distantes, pero me siento fatal.

61. ¿Has iniciado tu propia familia? Si es así, descríbelos. Si no es así, ¿quieres? ¿Por qué o por qué no? ¿Cuando llegue el momento? Pues sí, supongo que me gustaía tener mi propia familia, pero la verdad es que no le he dado muchas vueltas. Tampoco es uno de mis mayores objetivos en la vida.

62. ¿Cómo reaccionarías si estuvieras desesperado/a por ayuda? No sé, ¿desesperada? No entiendo la pregunta.

63. ¿Confías en alguien para protegerte? ¿Quién, por qué? ¿Cuantas veces he dicho ya que mi madre? Bueno, también confío en mis amigos, sé que cuidan de mi. Y en mi misma, por supuesto.

64. Si murieras o te extraviaras, ¿quién te extrañaría? Espero que mucha gente.

65. ¿Quién es la persona a la que más desprecias y por qué? 

66. ¿Tiendes a discutir con las personas, o a evitar conflictos?
No me gusta meterme en broncas por qué sí, pero la verdad es que no hace falta mucho para provocarme. Yo no las busco, pero si me buscan a mi, me encuentran.

67. ¿Tiendes a tomar el rol de liderazgo en situaciones sociales? ¿De liderar el qué? Suelo ir más por mi cuenta.

68. ¿Te gusta interactuar con grandes grupos de gente? ¿Por qué o por qué no? Bueno, ni me gusta, ni me disgusta. La verdad es que me agobio bastante cuando estoy en un sitio en el que no se puede ni pasar sin empujar a gente. Prefiero sitios más tranquilos, la verdad. Es difícil interactuar con mucha gente al mismo tiempo.

69. ¿Te importa lo que los demás piensen de ti? Diría que no, pero realmente si. O sea, no voy a cambiar para agradar a nadie, pero me molesta mucho si me entero de que alguien habla de mi a mis espaldas, ¿a ti que más te da lo que haga yo?



Parte 6: Gustos y desagrados

70. ¿Cuál es o son tus hobbies o pasatiempos favoritos? Leer, escribir, jugar a videojuegos, ver vídeos graciosos en YouTube, ir al cine, ver una y otra vez películas de Disney, salir a tomar algo con los amigos, ir a conciertos, el atletismo...

71. ¿Cuál es tu posesión mas atesorada?

72. ¿Cuál es tu color favorito?
El turquesa.

73. ¿Cuál es tu comida favorita? TODA. Bueno, menos la verdura cocida, las legumbres y la carne muy pasada. Me encanta la pasta, el pescado, las ensaladas, la fruta, los dulces, el bacon, el pollo, la comida basura, los restaurantes extranjeros y exóticos... Ah, y la pizza, sobre todo la pizza.

74. ¿Qué, si lo hay, te gusta leer? No me gusta reconocerlo, pero sí, fantasía adolescente. Me gusta leer cualquier cosa, pero soy un poco bobalicona en el fondo, lo sé.

75. ¿Cuál es tu idea de buen entretenimiento? Juntarte con los amigos en casa de alguno, unas cuantas pelis, videojuegos de hacer el ridículo (tipo SingStar), palomitas y cerveza.

76. ¿Fumas, bebes, o tomas drogas? Si es así, ¿por qué? ¿Quieres dejarlo?
Bebo cerveza a veces y, muy ocasionalmente, algún chupito. Me he emborrachado cuatro veces contadas, así que no lo considero ningún problema.

77. ¿Qué haces en tu típica noche del sábado? Cenar en algún sitio con los amigos, e ir a algún bar con buena música. Más bien a sitios donde se pueda estar de tranquis, nada de macro discotecas, ni cosas del estilo.

78. ¿Qué te hace reír? Casi todo. 

79. ¿Qué, si lo hay, te impacta u ofende? Me ofende que la gente me juzge sin conocerme y me critique a mis espaldas. Pero vamos, como a todo el mundo.

80. ¿Qué harías si tuvieras insomnio y debieras encontrar algo para relajarte? Leer, ¿problem?

81. ¿Te entiendes con el estrés? ¿Estres? Yo no tengo de eso, me tomo la vida con calma.

82. ¿Eres espontáneo/a, o siempre necesitas planear? Soy espontánea, pero me gusta que las cosas salgan como yo quiero.

83. ¿Qué te hace enfadar? También muchas cosas. Tengo cambios de humor bastante bruscos.



Parte 7: Imagen personal y etcéteras

84. Describe la rutina de un día normal para ti. ¿Cómo te sientes cuando esa rutina se ve interrumpida? Maldecirme cuando suena el despertador por haberme quedado hasta tarde leyendo, abrir la ventana desde la cama para ver que tiempo hace, ir a la ducha, que mi madre me grite por tardar demasiado, desayunar, ir a clase en bici (ahora, por la lesión, tengo que ir en autobús, y es un asco), volver, comer lo que mamá haya dejado preparado, si eso, ver la tele un rato, hacer los deberes si estoy inspirada, leer, estar con el ordenador, si puedo ir a entrenar voy, cenar con mi madre viendo las noticias, seguir hasta tarde en el ordenador, y meterme a la cama a leer. Se me hace muy raro ir al médico, por ejemplo, y que tenga que faltar a alguna clase o estar donde no tengo que estar. Me gustan los cambios en la rutina, pero al mismo tiempo me siento rara e incómoda.

85. ¿Cuál es tu más grande fortaleza como persona? Creo que, precisamente, ser fuerte. No creo que sea fácil hundirme o dejarme hecha polvo, tengo las cosas claras y puedo con lo que sea (viva yo).

86. ¿Cuál es tu mayor debilidad? Que muchas veces no tengo ni puta idea de lo que quiero y cuando lo sé me da miedo intentarlo.

87. Si pudieras cambiar algo de ti mismo/a, ¿qué sería? No sé si cambiaría algo. En el fondo, por mucho que me queje, estoy orgullosa de mi misma. No me gustaría cambiar.

88. Generalmente, ¿eres introvertido/a o extrovertido/a? Extrovertida.

89. Generalmente, ¿eres ordenado/a o desordenado/a? Soy desordenada, pero tampoco demasiado.

90. Nombra tres cosas en las que te consideres muy bueno/a, y tres en las que te consideres muy malo/a. Se me da bien escribir, hacer reír a la gente y razonar. Se me da fatal todo lo que tenga que ver con la música (ya sean instrumentos o cantar, o sea, horriblemente mal), se me da mal trabajar en equipo y convivir con la gente, y se me da como el culo se runa “señorita”.

91. ¿Te gusta cómo eres? Sí.

92. ¿Cuáles son tus razones para ser un/a aventurero/a (o hacer cualquier cosa heroica que un personaje de RPG haría)? ¿Las razones reales por las que lo haces difieren de las que dices en público? (Si es así, detalla ambos grupos de razones)
No sé, ¿salvar el mundo? Sería guay.

93. ¿Cuál es la meta que más deseas cumplir en tu vida? Mi meta es alcanzar todas mis metas (¿qué lista soy, eh?). Escribir un gran libro es mi mayor sueño, o sea, “el” libro.

94. ¿Dónde te ves en 5 años? En alguna buena Universidad, estudiando Literatura.

95. Si pudieras elegirlo, ¿cómo te gustaría morir? No me decido si de vieja, o practicando algún deporte arriesgado relacionado con volar o saltar de sitios. Es una lucha interna.

96. Sabes que vas a morir en 24 horas, nombra tres cosas que harías antes de que se te acabara el tiempo. Escribir algo por lo que merezca la pena que se me recuerde, besar al chico que más quiera y saltar desde algún sitio muy alto cuando me quede una hora.

97. ¿Por qué cosa te gustaría más ser recordado/a luego de tu muerte?
Por un buen libro.

98. ¿Qué tres palabras describen mejor tu personalidad? Indomable-luchadora-real.

99. ¿Qué tres palabras usarían los otros para describirte? La-petarda-esa.

100. (pregunta para el escritor) Si pudieras, ¿Qué consejo le darías tú a tú personaje? !¡Niña! ¡Deja de fardar de ser tan madura y decidida, y haz las cosas de una vez, que luego siempre te echas para atrás!


3.- Reto: ¡yo escribo!

Bueno, siguiendo con el reto, ahora hablaré de mi ambiente de trabajo. Y empiezo por decir que, en realidad, no tengo un ambiente de trabajo propiamente dicho.

Siempre he sido de escribir a ordenador. Bueno, cuando empecé no, escribía en folios que le llevaba corriendo a mi madre como "mira, mira, ¿qué te parece", cada cuarto de hora. Y luego desarrollé una especie de fobia a que alguien le a lo que escribo, al menos conmigo presente. Digamos que siempre se me ha dado mejor escribir como anónima, y para anónimos. Quizá sea por que me da demasiado miedo el fracaso. ¡Pero hoy no toca hablar de mis traumas como escritora!

Como decía antes, casi siempre escribo a ordenador, así que mi ambiente de trabajo va allá donde vaya mi ordenador. Generalmente en mi escritorio, tanto en Vitoria como en mi piso en Bilbao. Manías tengo pocas, creo yo. No me gusta que me vean escribir, tengo que estar sola y con la puerta cerrada. A veces me pongo música, generalmente de fondo e instrumental, melodías suaves y tranquilas, aunque también depende de lo que esté escribiendo en ese momento. Eso sí, me resulta imposible escribir escuchando música en español, porque la letra me distrae.

Me gusta tener comida cerca, provisiones por si la cosa se alarga. Las latas de Kas Naranja vacías en mi escritorio son un básico, aunque casi siempre las termino en el camino de la cocina a mi cuarto, por lo que suelo llevarme también botellas de zumo o agua. Paquetes de galletas, chocolate, o embutido si me apetece algo más salado. Y sí, las Oreo de doble crema son mi musa particular.

Por lo general, podría decir que no tengo ningún ritual o ambiente fijo para trabajar, posiblemente debido a que soy demasiado inconstante. No soy capaz de escribir por obligación, o me sale de dentro porque necesito escribir, o no lo consigo. ¿Vosotros cómo lo hacéis? ¿Se os ocurre algún consejo?

2.- Reto: Yo escribo

Y aquí vamos con la segunda parte del reto. Como he llegado tarde, estoy en plan intensivo :D

Mi primera historia la escribí cuando tenía nueve años (creo, recuerdo estar en primaria, pero no sé exactamente que año era). Teníamos que escribir un cuento para un ejercicio de clase, y presentarlo al concurso que se hacía en el colegio. Recuerdo como iba pensando en ello mientras volvía a casa de mi abuela a comer, al salir de clase, y recuerdo el momento exacto en el que se me ocurrió el título: "El tren que no volvía".

Pero la primera musa de esa historia, en realidad, me acompañaba desde antes. Recuerdo estar en una cafetería de mi barrio con mi padre. Lo curioso es que es la única vez que recuerdo haber entrado a ese bar. Estaba sentada en una mesa, sola, viendo la tele. Creo que era el canal de los 40 principales, y emitían videoclips. Tal vez me marcó por que era el primer videoclip que veía en mi vida, que aun no había llegado el años 2000, o tal vez por que estaba hecho combinando imagen real con animación... La cosa es que se me quedó grabado. Era el videoclip de 20 de Enero, de La Oreja de Van Gogh. Estuve escuchando esa canción durante semanas, con su din, don, din, don, din. Esa canción tiene una frase: "Cogí un tren que no dormía", que mi cabeza convirtió en "volvía" y una explosión de inspiración la convirtió en relato.

Lo escribí con mi letra ilegible, a lápiz y en folios reciclados. Ilustrado y todo, ¡y a color! ¿Y sabéis qué? Estaba orgullosísima de mi historia. Hasta ese momento, no sabía que se pudiera hacer esas cosas escribiendo, que se pudiera crear un mundo y soñar de esa forma. ¿Y qué pasó con el concurso? Nada. Ganó una chica que había escrito un cuento sobre un pulpo en una cocina, y quedó segundo el chico al que se la había escrito su madre, y yo me indigné mucho. Pero me dio igual, porque yo ya había decidido que quería ser escritora.

Pero vayamos con lo importante, ¿de qué trataba? No recuerdo mucho, a decir verdad. Desconozco el paradero del manuscrito original, y tampoco recuerdo los nombres de los personajes o los lugares. Pero os contaré lo que sí recuerdo. Estaba ambientado en Barcelona (porque sí, era el lugar más guay que se me podía ocurrir con esa edad), y comenzaba con la protagonista en su casa, cuando llegaba de visita su tía con su prima pequeña, que tenía un tren de juguete. Con ese juguete como detonante, mi protagonista recordaba algo muy extraño que le había sucedido hacía tiempo, y así comenzaba la aventura.

Eran principios de verano, y la protagonista se reunía con sus amigos para coger un tren de cercanías que les llevaría a pasar la tarde en la playa. El trayecto en si no duraría más de media hora, pero todos se quedaban dormidos, pues esa misma mañana habían participado en una maratón y estaban todos agotados. Cuando la protagonista se despertaba por un brusco movimiento del tren, se daba cuenta de que solo quedaban ellos en el vagón, y de que las luces estaban apagadas. Entre violentas sacudidas, todos se despertaban, confusos, hasta que el tren se detenía en medio de un paisaje la mar de pintoresco.

Así comenzaba su aventura, cuando el tren que debía acercarles a la playa les dejaba a su surte en medio de un desierto desconocido. Ninguno comprendía lo sucedido, ni donde se encontraban, hasta que se topaban con una pequeña tribu de nómadas. Ninguno comprendía su idioma, salvo una chica que decía haber llegado a ese extraño mundo del mismo modo que ellos. El tren que no volvía era un fenómeno extraño y aparentemente arbitrario, nadie sabía de donde salía ni por qué paraba en ese extraño desierto. Pasaba de vez en cuando, pero solo volvía una vez cada tres años, coincidiendo con una posición concreta de la luna. Y era esa noche. Los chicos debía encontrar la estación del tren antes de que partiera, atravesando el vasto desierto y esquivando las peligrosas y extrañas criaturas que lo poblaban.

Lograban llegara a su meta en el último momento, con la ayuda de la chica nómada, pero ella decidía no acompañarlos, pues hacía años que había llegado al desierto y ya nadie la recordaría en su hogar. En vez de eso, le regaló a la protagonista una pulsera de conchas y piedras del desierto, que ella se puso al momento. Subieron al tren y se marcharon. Y la protagonista volvió a despertarse. De nuevo en el tren, pero acompañados de mucha gente que, como ellos, volvía de la playa. Ninguno de sus amigos parecía tan cansado como ella, y todos comentaban lo bien que lo habían pasado aquella tarde en la playa, pero ella no recordaba nada de la playa. Ninguno recordaba aquella fantástica aventura, y aunque ella no tuviera consciencia de haber estado en la playa, con el tiempo dejó de recordarlo también. Pero nunca se quitó aquella pulsera de conchas.


Y bueno, ahí esta, en resumidas cuentas. Esa fue mi primera historia y, al mismo tiempo, la única que he conseguido terminar. Llevo tiempo planteándome reescribirla, y puede que hasta convertirla en una novela corta, si a las señoras musas les parece bien.



Presentación y Reto: ¡yo escribo!

Bueno... No sé ni por donde empezar. 
Llevaba tiempo queriendo abrir este blog, pero no me sentía preparada, y anoche, leyendo el blog de  Eleazar  volví a ver el Reto: ¡yo escribo!, y me entraron unas ganas terribles de hacerlo. Pero, claro, no era plan de ponerse con el ordenador a las tres y media de la madrugada, así que lo dejé para hoy. Y bueno, aquí estoy.
El reto consiste en que, una vez a la semana, ella publica una pregunta relacionada con el mundo del escritor en su blog, y los participantes nos la llevamos para responderla. Ya va por la mitad del reto, pero hoy me pongo al día. Y bueno, como se puede suponer, la primera pregunta consiste en describirse a uno mismo.

En realidad, nunca me ha gustado mucho describirme. Bueno, en realidad me gusta bastante (me encanta hablar de mi misma, soy así de egocéntrica), pero nunca consigo dar con una descripción que termine de convencerme. Creo que tiene mucho que ver con que soy muy cambiante. Pero bueno, allá vamos.

Empiezo con lo más básico sobre mi persona, cosas que se saben por mi carnet de identidad: Me llamo Lydia, tengo diecinueve años y nací en la capital vasca, Vitoria-Gasteiz. Iba a borrar lo anterior, pero me ha hecho gracia. En realidad cumplí veinte años hace mes y medio, pero como veis no estoy nada acostumbrada. Ahora mismo, estoy cursando un remix de asignaturas de segundo y primero de Bellas Artes, las que tenía pendientes, aunque este es mi tercer año disfrutando de los descuentos del carnet universitario. Estuve dos años yendo y viniendo todos los días de Leioa en una compañía de autobuses cargada por el diablo y, este años, estoy compartiendo piso con cinco amigos. Bueno, más bien estamos unas diecisiete personas en una especie de caserío en mitad del monte, justo detrás del campus, pero eso ya es otra historia.

Pero bueno, pasemos a cosas que no todos mis amigos de Facebook saben sobre mi. Lo más obvio: Me gusta escribir. Me lleva gustando toda la vida, desde que con siete u ocho años descubrí que servía para algo más que para hacer dictados, y también he querido  siempre hacer de ello mi profesión. Lo decidí la primera vez que escribí un relato, para un ejercicio de clase, cuando tenía al rededor de nueve años. Durante los once años que me separan de esa niña pasaron muchas cosas. Suspendí estrepitosamente durante toda secundaria, jugandome el curso más de una vez, perdí la fe en el "estudio", me planteé estudiar IBEF para ser profesora de gimnasia (olé por mis aspiraciones), luego quise haber Bellas Artes, luego descubrí la cultura clásica y me enamoré, luego quería estudiar literatura pero es casi imposible estudiarlo en España, luego acabé en Bellas Artes, luego me estuve a punto de dejarlo dos o tres veces y, al final, sigo aquí. Pero cada vez tengo más claro que el mundo del arte no es para mi. Dibujar me gusta muchísimo, sí, pero para mi es una afición. El día que ver o crear "algo" artístico (cuadro, escultura, ilustración, performance...) me haga sentir la mitad de lo que me hacen sentir los libros, hablaremos del tema.

Dibujar me ha encantado desde pequeña, y siempre se me ha dado bastante bien. Ya de niña me daba cuenta de que, mientras mis compañeras de clase seguían dibujando princesas con conos en la cabeza y varitas con estrellas, yo dibujaba gente normal, de calle, cabezona pero normal. Y supongo que eso significaba algo. Dibujaba en todo lo que se estuviera quieto el tiempo suficiente: en la agenda, en los márgenes de los libros, en las páginas de atrás del cuaderno (hasta el punto de que se me acababan las hojas de atrás a delante), en mis manos... Siempre fui una niña más bien distraída, hablaba por los codos y siempre estaba en el mundo de yupi. Os podéis imaginar la de desesperados que tenía a los profesores.

Otra cosa que mis profesores me echaban en cara de niña (y no tan niña) eran mis faltas de ortografía. En todos los idiomas, sin distinción. Siempre que tenían reuniones con mis padres, era la orden del día. Y siempre les iban con el mismo cuento: "Lydia tiene que leer más". Y el verdadero problema de todo aquello era que yo ya leía, y mucho, pero leía con tal avidez que me merendaba los libros en tres días y, obviamente, estaba demasiado ocupada correteando por Narnia como para atender a si "haber" era con h, sin h, con b, v o j. Y eso los profesores no lo entendían. Como tampoco entendía en hecho de que si en un examen pongo "eszaba" en ves de "estaba", no era porque creyera que se escribía así, sino porque era disléxica. Bueno, lo de la dislexia es un diagnóstico propio, pero sí que es cierto que muchas veces cometo dedazos de ese tipo, especialmente cambiando la z o la n por la t o por la s.


Y más que describirme estoy contando mi vida, así que pasemos a los adjetivos:
Siempre he sido muy transparente, sobre todo de niña, es decir: me da igual estar en casa, en la calle, en clase, con mis amigos, mis padres o gente que acabo de conocer, que soy igual con todo el mundo. Siempre he sido muy habladora, con los años he aprendido a estar callada, pero si cojo carrerilla puedo estar hora y media hablando, sin darme cuenta. Y siempre me voy por las ramas (no hay más que ver lo de arriba). HE sido desde siempre una persona abierta y sociable, nunca me he considerado tímida ni me ha costado relacionarme con desconocidos, o integrarme en algún sitio nuevo. Dicho sea de paso, soy muy voluble. Me adapto a cualquier cosa que me venga, y es difícil que la vida me acorrale. 

Solía decir de mi que siempre he sido una persona generosa, amable y bienintencionada, pero con los años he ido cambiando bastante. He tenido muchos problemas con gente a lo largo de mi vida, qué le iba a hacer, era bastante inocentona y tenía muy poco genio, y ya se sabe lo que pasa en el instituto con esa clase de gente. Con los años me he vuelto bastante arisca, no a simple vista, pero si en el fondo. Siempre he sido muy confiada con la gente, y tras muchas decepciones me he ido volviendo más mala pécora. Ahora mismo me considero una persona bastante orgullosa y competitiva, me gusta ser ingeniosa y creo tener las cosas bastante claras. Peco de arrogante, aunque suelo ser bastante justa conmigo misma y con los demás. Para muchas cosas soy muy extremista, o blanco o negro, si lo dice mi mamá será que es verdad. Y bueno, siempre me ha gustado ser sincera. Me gusta decir las cosas a la cara y no soy de la clase de gente que dice lo que uno quiere oír, pero tampoco se puede ir por la vida diciendo todo lo que se piensa, que eso trae muchos problemas. Me gusta estar rodeada de gente, pero otras veces prefiero estar completamente sola, me gusta reírme de todo, cualquier cosa es motivo de chiste y sé que en ocasiones me paso, porque soy así de bocazas.

Y si digo que no me gusta describirme es porque me gusta alargarme y se me va de las manos. Y nunca termino de decir lo que quiero y puede que lo de arriba no se parezca en nada a como soy realmente. Pero bueno, yo lo intento. Puede que más adelante lo intente de nuevo, u os hable de otra faceta de mi que no ha quedado bien reflejada. Porque tampoco soy todo defectos, ¿eh? En el fondo soy todo amor.